Sergio, voluntario de Bokatas, nos cuenta una de las iniciativas que ha tenido para buscar habitaciones en Madrid para las personas sin hogar.
Empecé en Bokatas porque quería tener un rol activo en la solución de un problema que me parece injustificable: el sinhogarismo en un país donde hay suficientes vivendas para todo el mundo. Antes de empezar en Bokatas me parecía que por esa misma razón, el sinhogarismo debería ser algo relativamente fácil de solucionar.
Por desgracia no es un problema que se pueda arreglar con simples matemáticas, y en Bokatas me he dado cuenta de que es un problema social que necesita una solución social. El sinhogarismo nunca acabará sin las adecuadas infraestructuras de apoyo a las personas que lo sufren, y éstas no se pueden crear sin un impulso de los ciudadanos.
Un ejemplo claro son las personas con problemas mentales. En mi ruta actual, que va desde Embajadores hasta Lavapiés, pasando por Puerta de Toledo, vemos a una persona en esta situación y es enormemente frustrante; a no ser que lo pidan voluntariamente, o supongan un peligro para otros o ellos mismos, las personas sin hogar con enfermedades mentales no van a recibir la ayuda que necesitan. Nosotros podemos acompañarlos durante un tiempo semana a semana, pero semana a semana les veremos en la calle sin posibilidad de salir de ahí, ya que no podemos ayudarles a recibir el tratamiento que necesitan.
Por razones así, a menudo me pregunto si lo que hacemos merece la pena. Soy partidario del «altruismo efectivo», una filosofía que aboga por la mayor ayuda posible con los recursos disponibles. Por ejemplo, en Madrid el RMI (renta mínima de inserción) son 400 euros mensuales, y los recipientes a menudo encuentran que no es una cantidad suficiente, por las razones que sea. Por aproximadamente esa cantidad, se podría realizar una operación de fístula obstétrica, lo que en países en desarrollo puede literalmente salvar la vida de una persona. ¿Cuál es el uso más efectivo de esos recursos? Para mí la respuesta está clara sobre el papel, pero sin embargo una vez enfrentado a la realidad me resulta difícil ignorar los problemas que veo a mi alrededor.
Y aunque el acompañamiento es la manera más efectiva de acercarnos a la realidad de cada persona, creo que es posible ofrecer soluciones concretas a problemas concretos. Por eso comencé dos iniciativas que han tenido una buena respuesta:
Muchas personas se quejan de lo complejo que les resulta encontrar habitaciones que se puedan permitir, especialmente en los últimos años, en los que los alquileres en Madrid se han disparado. Con esto en mente, cada semana compilo una lista con las habitaciones que se publican esa semana en varias páginas de Internet por 200 euros o menos, que acepten tanto hombres como mujeres. Desde aquí os animo a que si encontráis carteles por la calle ofreciendo habitaciones de esas características, me mandéis el texto o simplemente una foto para que pueda añadirlos; mi email es sergiodeisidro@gmail.com. Compilo las listas dos veces por semana, ya que en la sede de Arganzuela hacemos ruta los lunes y los miércoles, y las mando a todas las sedes, bien al encargado de cada una o a la mailing list.
La otra iniciativa es «Bokatas al cine»: cada mes vamos a Cine Doré a merendar y ver una película; aunque a las primeras sesiones venía poca gente, después de seis meses ya tenemos varios regulares y una media de seis personas. Siempre vamos a ver películas españolas, ya que en Cine Doré las películas son en versión original, y algunas personas tienen problema con los subtítulos. El mes pasado fuimos a ver «Carmen», de Carlos Saura, y el día 20 de este mes repetimos Saura, con el documental «Flamenco, Flamenco». Me gustaría mencionar que la comida la dona Colette Bakery, una panadería de Almendrales, mi barrio en Usera.
Esta iniciativa la empecé porque quería dar a conocer una alternativa de ocio barata (aunque la sesiones de Bokatas son gratis para ellos, una entrada normal son sólo €2,50) que a mí personalmente me gusta mucho. Experimentos como el «parque de ratas» indican que cómo pasamos el tiempo de ocio tiene más influencia en el control de adicciones que otras medidas físicas directas, por lo creo que ofrecer alternativas como ésta o Golcatas es de gran valor.