En TÁNDEM hemos vivido la Navidad “todos” juntos, como solemos hacer todos los fin de semanas compartiendo lavadoras, baños, juegos, conversaciones, futbolín, risas….. Pero también hemos tenido alguna actividad fuera de lo común, que a continuación contamos, y que ha hecho que vivamos la Navidad de manera sencilla, en familia y alegre.
Dos semanas antes de la Navidad comenzamos a decorar el local e hicimos un concurso de christmas, tanto usuarios como voluntarios, que tiraron de creatividad y salieron auténticas maravillas.
El sábado 23 de diciembre tuvimos la celebración del día de Navidad, organizando una jornada completa en Tándem que comenzó con lo habitual de lavadoras y demás para pasar a disfrutar juntos del Real Madrid-Barça con palomitas incluidas. Con el ambiente ya festivo y los ánimos de todos a tono, preparamos la “comida de Navidad”. Un verdadero festín que pudimos organizar gracias a la generosidad de todos: unos pusieron comida, otros sonrisas, otros brazos y manos, otros organización, otros música, otros su esfuerzo para mantener el ánimo toda la tarde y que no decayera… TODOS participamos para hacer de ese día algo diferente y especial con el objetivo de celebrar “nuestra Navidad” y hacer sentirnos como una familia.
El domingo 31 tuvimos las pruebas a las 12 de la mañana y el fin de de Reyes disfrutamos de un rico roscón y chocolate.
Es un regalo poder participar en la vida de todos los usuarios y conocerlos poco a poco. La inmensa mayoría de ellos han aceptado la situación que viven hoy, que no quiere decir que se hayan resignado, luchan por encontrar la manera de superar cada día y aún así nos regalan sonrisas, momentos entrañables y conversaciones acerca de miles de temas, tanto de actualidad como personales.
Merece la pena implicarse por otros y vivir la Navidad con otros, gracias a ellos vivimos la Navidad con los pies en la tierra permitiendo que el verdadero espíritu de esas fiestas no se olvide y podamos seguir practicándolo día a día a lo largo de este presente año.
Solo hay agradecimiento por permitirnos no desconectarnos y poder ofrecer nuestro apoyo, si se necesita, con la sensación de disfrutar de una verdadera oportunidad: poder compartir con ellos un pedacito de sus vidas.