La Navidad, tiempo de compartir, de comer mucho y de ver a la familia. A algunos les gusta a otros menos, muchas veces depende de lo bien que te lleves con los suegros o con los primos que vienen de fuera. Pero en general casi todos compartimos, casi todos comemos mucho y casi todos vemos a la familia.
Y digo casi porque también hay gente que no puede compartir la cena, ni la mesa, ni la compañía. Y no hace falta irse muy lejos, todos lo vemos por las iluminadas calles de Madrid, y lamentablemente cada vez el “casi” es más grande, y el “todos” más pequeño.
Por eso, el día de Navidad, los Bokateros intentamos acompañar a la gente a la que vemos cada semana, y en un día tan especial como es el 25 de Diciembre, nos encontramos con la misma gente, que nos recibía más contenta de lo normal, y con más ganas de compartir. Más de uno nos fuimos con algún regalo a casa, y es difícil explicar la ilusión que hace, y lo bien que sabe un simple bote de mermelada cuando viene de alguien que comparte todo lo que tiene, literalmente.
Un día más dejamos a un lado los bocadillos, y tratamos de llevar algo especial, jamón serrano, lomo, queso, muchos dulces y de beber chocolate caliente.
Así acabamos el día de navidad, con esa alegría triste que se te queda siempre, alegría de verles, y de lo bien que te tratan y lo bien que lo pasas; pero triste por ver que siguen ahí, y que no sabes muy bien qué hacer, aunque lo intentas. Pero mantenemos la ilusión de que aunque aún no seamos todos, se intenta, y estás ahí por si algún día apetece pedir ayuda, quejarse de algo o simplemente charlar.
Felices Fiestas a todos.